Entre el 1 de enero y el 15 de junio han fallecido 81 motoristas en carreteras interurbanas, 7 de ellos el pasado fin de semana.
Salvo excepciones, los resultados de la última campaña de control de motos de la DGT arrojaron que los motoristas son muy escrupulosos con las normas: respetan los límites de velocidad, usan el casco y cumplen en materia de alcohol y drogas.
Entonces, ¿qué falla? Los amantes de las dos ruedas apuntan en una única dirección: las infraestructuras. Calzadas en mal estado, obstáculos en la carretera y barreras de seguridad que continúan siendo guillotinas.
Del 19 al 25 de mayo de 2014, la Dirección General de Tráfico realizó una campaña intensiva de control de motocicletas. Velocidad, adelantamientos incorrectos, uso del casco, documentación, alcohol y drogas fueron los factores más vigilados dado que, según la propia DGT, “constituyen los principales factores de riesgo, así como la mayor parte de las infracciones cometidas por los motoristas”.
Durante una semana se controlaron 41.678 motocicletas y se denunció a 1.324 motoristas, es decir, a 3 de cada 100 conductores. Los datos sorprendieron a todos, incluso a la propia DGT, porque lejos de la excesiva velocidad o el no uso del casco, la infracción más cometida por los motoristas era no haber pasado la ITV. Concretamente éstas fueron las denuncias:
308 (0,74% de los motoristas controlados) por no estar al corriente de la ITV
228 (0,55%) por circular sin la documentación
184 (0,44%) por exceso de velocidad
150 (0,36%) por adelantamientos indebidos
92 (0,22%) por carecer del seguro obligatorio
68 (0,16%) por no llevar el casco puesto
30 (0,07%) positivos en alcohol
4 (0,0095%) positivos en drogas
Los propios motoristas se felicitaban de estos resultados. Desde la Asociación Mutua Motera, Juan Manuel Reyes señalaba que “tras esta campaña se vuelve a demostrar que los motoristas, como colectivo, son EJEMPLARES”. Y lanzaba una pregunta muy directa: ¿Cuánto se ha gastado el Ministerio de Fomento este año en instalar SPM en los guardarraíles que matan al 52% de los motoristas que se salen de la carretera tras caerse con la moto?
Guardarraíles, una guillotina para los motoristas
De los 7 motoristas muertos el pasado fin de semana, uno falleció en la madrugada del sábado al chocar contra un quitamiedos en el km. 14 de la M-40 (Madrid). Los guardarraíles, que tanto claman porque desaparezcan todo el colectivo motorista, siguen amenazando la integridad de los moteros en miles de kilómetros de carreteras españolas.
El próximo 6 de diciembre está convocada una manifestación nacional motera contra los guardarraíles. No es una novedad, porque llevan celebrándose desde 2006 con el mismo objetivo: que la Administración cumpla la ley e instale SPM (Sistema de Protección de Motoristas) para proteger los quitamiedos existentes en toda la red de carreteras. Esta reivindicación es antiquísima, como resume muy bien la AMM en su informe “Guardarraíles …Tan solo una parte de la historia”.
Resumido en dos párrafos, en 1995 la Administración reconoció el peligro de los guardarraíles para colectivos como los motoristas y los ciclistas, pero no fue hasta casi diez años después, en 2004, cuando se creó un sistema de protección (SPM) para proteger de forma eficaz en caso de colisión contra una barrera metálica de seguridad (quitamiedos/guardarraíl). En 2005 se publicó la norma UNE 135900 por la que se establecían las pruebas de impacto y los criterios técnicos que debían cumplir los SPM para garantizar la vida en caso impacto contra este sistema. Las pruebas tenía que realizarlas la Fundación Cidaut, por ser el único instituto de España con certificación ENAC, y además los SPM debían de pasar la UNE-EN 1317, relativa automóviles. Lo que fuera bueno para las motos, no podía ser fatal para los coches, y a la inversa. El resultado es que se establecen dos niveles de SPM: Nivel I (máximas garantías frente al impacto) y Nivel II (menos seguro y con resultados más lesivos para el motorista).
El Ministerio de Fomento empieza a instalar SPM presuntamente de Nivel I, pero la Asociación Mutua Motera, ante la sospecha de que los sistemas de protección no cubren las garantías, encarga un estudio privado a Cidaut y la fundación confirma que los sistemas de protección que se están colocando son de Nivel II. La Administración deja entonces de instalar SPM. Y aunque parezca increíble, prácticamente aquí se termina la historia, a no ser por las actuaciones aisladas de algunas diputaciones provinciales o comunidades autónomas como la de Madrid, que en 2009 apostó porque todas las carreteras de la capital tuviesen barreras de protección para motoristas de cara a 2015.
Y eso no es todo…
Porque además de todo lo dicho, los motoristas llevan más de un año denunciando –Administración por Administración– el mal estado de las carreteras, repletas de pavimentos gravemente deteriorados; la mala señalización horizontal y vertical; la cantidad de obstáculos mortales existentes en los márgenes de las vías… Todos ellos trampas peligrosas que ponen en peligro la seguridad de todos los usuarios de la vía, pero especialmente de los motoristas. Pero de esto y más, hablaremos otro día.