El mercado de neumáticos usados continúa su crecimiento imparable, consecuencia de la crisis económica. Los usuarios se ven atraídos por el precio y no tienen en cuenta los riesgos: menor adherencia al asfalto, incremento de la distancia de frenado… Por nuestra seguridad, la de nuestra familia y la del resto de usuarios de las vías, tenemos que acabar con el vicio de utilizar ruedas de segunda mano y dejar que éstas cumplan su objetivo, el reciclado.
Porque si los neumáticos son un elemento indispensable en nuestra sociedad motorizada, una vez usados y convenientemente tratados pueden transformarse en materia prima de nuevos productos básicos en nuestra vida. Después de triturados los neumáticos fuera de uso, sus principales componentes –caucho, acero y fibras– se separan para obtener gránulos de caucho, un compuesto ideal en aplicaciones relacionadas con la absorción de impactos, absorción de vibraciones y amortiguación del ruido.
Así las cosas, el caucho de los neumáticos reciclados, se usa en:
- Rellenos de césped artificial en campos de fútbol.
- Suelos de seguridad en parques infantiles.
- Carreteras. Hoy en día, los asfaltos llevan lo que se denomina “polvo de neumático” para mejorar sus propiedades. Se evitan los agrietamientos, alargando la vida de la carretera, y mejora la seguridad en mojado, dado que es un componente altamente drenante.
- Pantallas acústicas.
Para la fabricación de suelas de calzado viene utilizándose ya desde hace años, pero ahora está muy de moda su uso ornamental en jardines y rotondas, dado que reduce considerablemente el consumo de agua de riego. Además por su alto poder calorífico, superior al del carbón, los gránulos de caucho son un fantástico combustible para instalaciones industriales de grandes consumos energéticos, como las industrias cementeras, disminuyendo considerablemente las emisiones de CO2.
Barreras de seguridad con caucho reciclado
Las aplicaciones del caucho reciclado obtenido del tratamiento de neumáticos usados continúan aumentando. Y 2015 se esperan novedades. La más importante en materia de seguridad vial son las barreras de seguridad New Jersey, desarrolladas por la empresa de gestión de neumáticos usados Signus, el centro de investigación sobre seguridad del automóvil Cidaut, el centro productor de prefabricado Alberdi, en colaboración con la Comunidad de Madrid, dentro del Programa LIFE+ de la Unión Europea.
Las New Jersey son un tipo de barreras de seguridad fabricadas con hormigón. Al mezclarse con caucho y otros plástico, el hormigón absorbe más energía en caso de impacto, reduciendo los daños en el coche y en sus ocupantes. Además son más ecológicas, sostenibles y pesan menos, ahorrando emisiones de CO2 tanto en su instalación como en su transporte. Para que nos hagamos una idea, en cada metro de barrera se han introducido 33 kilos de caucho reciclado, lo que equivale a seis neumáticos fuera de uso, reduciendo en un 10% su volumen.
El primer ensayo para comprobar la seguridad de la barreras se realizó el 17 de octubre en las instalaciones de Cidaut en Valladolid. La prueba de impacto se realizó con un vehículo pesado no articulado de 10.000 kg después de rodar sin frenos en una pendiente de 15º a una velocidad de 70 km/h. La barrera resistió sin romperse y los daños en el vehículo no afectaron al habitáculo del conductor.
El segundo ensayo se hizo en diciembre con un turismo de 900 kilos, con un ángulo de 20º a una velocidad de 100 km/h. A la espera aún de resultados definitivos, la cabeza del maniquí no llegó a romper la ventanilla por el impacto, lo que los responsables del ensayo consideraron muy positivo.
Cidaut ha confirmado que va a realizar un tercer ensayo con motos y si los resultados son como se esperen, el proyecto iniciaría la fase de certificación y posterior salida al mercado. Una vez conseguida su adecuación a la normativa europea, Madrid será la primera provincia española que instale en sus carreteras esta nueva barrera hecha con neumáticos reciclados.