¿Cuántos de nosotros tenemos grabado en nuestra consciencia taller igual a timo? Como en tantos otros sectores, son muchos más los profesionales que obran honestamente que los que cometen infracciones. Para que la “picaresca” de éstos últimos no te hagan sentirte indefenso, conoce cuáles son tus derechos y aprende a defenderlos.
Obligaciones del taller
Para empezar, entre las obligaciones que deben cumplir todos los talleres de reparación de vehículos figuran las siguientes:
1) Estar legalmente autorizados para ejercer esta actividad. Esta clasificación figura en una placa metálica, cuadrada y con fondo azul, que debe estar ubicada en el exterior del establecimiento, en un lugar fácilmente visible. La placa se divide en tres espacios:
- En la parte más alta, la rama de actividad que le corresponda, es decir, si se trata de talleres de mecánica, electricidad, carrocería o pintura.
- En la parte intermedia, la especialidad concreta, es decir, si son centros de diagnosis (destinados a comprobar y certificar el estado técnico de un vehículo) y si atienden a distintos tipos de vehículos, como motocicletas.
- En la parte de abajo, las siglas de la comunidad autónoma y el número correspondiente en el registro oficial.
En los tiempos que corren se ha multiplicado la actividad de talleres ilegales, fáciles de distinguir porque se improvisan en naves industriales, en garajes privados e incluso en la misma calle. ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones) y FACONAUTO (Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción) estiman que por cada taller oficial está funcionando uno ilegal. Por ahorrarte unos euros, no pongas en juego tu seguridad ni la de los tuyos.
2) Además, el taller tiene obligación de exhibir al publico de forma visible:
- Los precios que aplica por hora de trabajo y por servicios concretos, servicios que realice fuera de la jornada laboral, y los que indiquen: el derecho a presupuesto y coste del mismo, existencia de hoja de reclamaciones y garantías de las reparaciones.
- Horario de prestación del servicio.
Toda esta información es muy útil para saber si el taller es barato, o no; o para conocer, por ejemplo, que nos cobrarán por el coche si no lo recogemos inmediatamente, una vez reparado.
Derechos del usuario del taller
3) Exigir siempre el presupuesto, una costumbre nada española, pero que ya va siendo hora de que vayamos cambiando. El presupuesto debe de estar por escrito con una validez mínima de 12 días hábiles. En el mismo deben constar los datos de identificación del taller, del usuario del vehículo, las reparaciones previstas, los elementos a piezas a sustituir o reparar, el precio total desglosado, y la fecha prevista de entrega del vehículo a partir de la aceptación del presupuesto. Consulta siempre el coste del presupuesto para el caso de no aceptarlo y que no se lleve a cabo la reparación. Solo en este supuesto, pueden cobrar su elaboración.
4) Estar atentos al estado del vehículo al recogerlo. En caso de no haber aceptado el presupuesto, el taller debe entregar el coche en las mismas condiciones en que se dejó.
5) Exigir un resguardo de depósito al dejar el coche en el taller. Si existe presupuesto, éste hace las veces de resguardo. Este documento es la prueba necesaria ante cualquier incidencia que ocurriera con el coche. Un consejo, haga que en el resguardo figuren los kilómetros con los que deja el vehículo.
6) Estar atentos a las averías ocultas o imprevistas. Una vez dejado el vehículo para su reparación, si el mecánico detecta más problemas de los iniciales, debe comunicarlo antes de empezar la reparación. También tendrá que informar del importe del arreglo de estas nuevas averías y solo si el cliente da su consentimiento, podrá efectuar la reparación de las averías no incluidas en el presupuesto inicial.
7) Verificar que el taller usa para la reparación solo y exclusivamente piezas nuevas de repuesto. Únicamente si el cliente da su conformidad, se pueden instalar piezas reconstruidas o usadas –por cuestiones de seguridad, nunca deben afectar a los sistemas de frenado, suspensión o dirección del vehículo–. En este caso, es importante exigir al taller que se responsabilice por escrito de que esas piezas se encuentran en perfecto estado. Como los talleres están obligados a usar piezas homologadas, conviene verificar que las piezas lleven visible la marca del fabricante, con la siglas ECE –para homologaciones europeas–, seguidas de un código con números y letras. Si la pieza no está visible, para comprobar la marca, basta con pedir factura de compra.
8) Desistir del encargo realizado en cualquier momento, abonando al taller el importe de los trabajos realizados hasta la retirada del vehículo.
9) Exigir factura escrita, firmada y sellada y desglosada por conceptos y operaciones realizadas, piezas utilizadas, horas de trabajo empleadas, así como impuestos que correspondan. Solo se podrán cobrar gastos de estancia cuando, sabiendo que el coche está ya reparado, el usuario no lo retire en el plazo de tres días hábiles.
10) La garantía de las reparaciones tiene un plazo de tres meses o 2.000 km recorridos. La garantía es total e incluye materiales y piezas, así como mano de obra, y afecta a todos los gastos que se produzcan (transporte del coche, desplazamiento de operarios…). Es decir que si durante el periodo de garantía se avería el vehículo en las partes reparadas, el taller debe arreglar gratuitamente el problema. Las piezas que no son de desgaste –como las de carrocería, elementos estéticos interiores…– tienen dos años de garantía, como cualquier otro producto nuevo.
Reclamaciones: Si a pesar de todo, no estás conforme con el servicio prestado, exige la correspondiente hoja de reclamaciones. Y presenta la copia correspondiente a Consumo de tu ayuntamiento o Comunidad, en el plazo máximo de dos meses; sus responsables estudiarán si se han infringido tus derechos, sancionando al taller, si procede.