¿Guardia civiles? ¿Policías judiciales? ¿Súper detectives? El éxito de sus pesquisas traspasa nuestras fronteras. Una unidad de la Guardia Civil con solo diez años de historia, apenas tres centenares de agentes, cuyo trabajo es resolver los delitos más graves relacionados con la seguridad vial y el transporte.
Una joven gallega es detenida por conducir sin carné después de colgar su hazaña en Facebook. La Guardia Civil no la sorprendió al volante, en su muro no dijo que no tuviera carné. ¿Quién la descubrió? El GIAT. Detenido un conductor casi un año después de darse a la fuga tras atropellar a un motorista. ¿Quién llevó la investigación? El GIAT. Operación Ruleta, Madrid: la Guardia Civil desarticula una red dedicada a la venta de coches de segunda mano a los que se reducía el número de kilómetros recorridos. ¿Quién está detrás de esta operación? El GIAT. Dos detenidos por suplantar identidad para obtener el carné de conducir en Guadalajara. Detrás, el GIAT. Solo en 2013, en sus distintas operaciones contra la falsificación, el fraude y la sustracción de vehículos, su documentación y la de los conductores, además del esclarecimiento de siniestros viales con fuga del responsable, los GIAT generaron 2.600 diligencias penales con el resultado de 1.500 imputados y 850 vehículos recuperados. Pero, ¿quiénes son estos GIAT?
Cuando hablamos de la Guardia Civil de Tráfico a todos nos viene a la mente la imagen de los agentes encargados del control, vigilancia y ordenación de la circulación. Si por desgracia hemos sido testigos de un siniestro vial, también habremos visto a los equipos de atestados. Poco más. Quizás porque no visten de uniforme y trabajan de paisano, porque conducen coches camuflados y no oficiales, porque no se prodigan en la tele ni se dejan fotografiar en los periódicos, hayamos caído en la cuenta de la existencia de un tercer equipo de guardias civiles, el GIAT, Grupos de Investigación y Análisis del Tráfico.
Su misión es investigar e instruir diligencias por infracciones penales relacionadas con la seguridad vial y el transporte. El abanico de sus actuaciones es muy amplio, pero podríamos decir que su labor consiste en resolver los siniestros viales y los delitos contra la seguridad vial más complicados, luchar contra las mafias de robo y compra/venta de coches y destapar las grandes estafas a las compañías aseguradoras. Son guardias civiles, pero también o a la vez son policías judiciales, es decir, prestan servicio a jueces y fiscales en la investigación de delitos y en la ejecución de penas (por ejemplo, vigilando a infractores reincidentes a los que se les ha retirado el carné de conducir por orden judicial).
Entre los agentes del GIAT hay auténticos hackers informáticos y expertos en redes sociales, quienes hablan dos o tres idiomas, conductores capaces de hacer persecuciones de película, expertos en artes marciales, jóvenes y avezados agentes con muchos años de experiencia… Como en su día escribió el ABC, son auténticos súper detectives cuya imagen se ajusta más a la que tenemos de las series americanas que a las del guardia civil que nos para en un control de alcoholemia. Pese a ello, no les gusta nada hablar de acción y sí de que su trabajo requiere infinitas dosis de paciencia e investigación.
Y los resultados están ahí:
19 mayo 2015: Imputados por simular accidente para reclamar el arreglo del vehículo
14 mayo 2015: Destapada en Badajoz una trama de robo de motos
13 mayo 2015: Seis detenidos en Alicante y Galicia por simular 45 accidentes de tráfico para estafar al seguro
13 mayo 2015: Imputado un individuo por conducir a 183 km/h en un tramo de 90
21 abril 2015: Localizado tras darse a la fuga de un accidente con un herido