Una de las mayores preocupaciones de los padres cuando tenemos que dejar a nuestros hijos en la ruta escolar o se van en autobús de excursión es la seguridad de nuestros pequeños. Que se produzca un accidente por el camino, que el niño/a se levante del asiento y se caiga, que el conductor pise el acelerador más de lo debido… Mejor no pensar o se apodera de nosotros el miedo. La realidad, sin embargo, es que las precauciones que se toman en este tipo te transporte son cada vez mayores, la normativa se ajusta a directivas europeas y las campañas de vigilancia para evitar accidentes son constantes.
La importancia del cinturón de seguridad
Una de las medidas que se extiende en el transporte escolar es la incorporación progresiva de cinturones de seguridad en los asientos de los autobuses. Los estudios indican que en el caso de que se produjera un choque frontal o el autobús volcara, las lesiones mortales se reducirían en un 90% si se utilizara este medio de retención. Si el cinturón va correctamente abrochado, evita que los pasajeros salgan despedidos y reduce el impacto sobre el pecho, el abdomen y las piernas.
Sin embargo, y pese a que es una medida de seguridad de suma importancia, solo el 38% de los autobuses escolares cuenta con cinturón de seguridad para los pasajeros. En aplicación de una directiva de la UE traspuesta al ordenamiento jurídico español, desde 2007 solo se autoriza la matriculación a los autobuses que tengan instalados cinturones de seguridad. Nos obstante, los anteriores a esta fecha pueden seguir circulando porque no es exigible que lleven sistema de retención de pasajeros.
Pero los padres pueden presionar en el colegio o en la empresa que realiza la ruta para que contrate solo autobuses con cinturones, puesto que de esta manera los niños viajarán mucho más seguros.
Cuidado al subir y bajar del autobús
El autobús es uno de los medios de transporte más seguros. El 90% de los siniestros relacionados con el transporte escolar se produce en el momento de subir o bajar del autobús o en los instantes inmediatamente anteriores o posteriores. Los niños son impacientes, pueden bajar las escalerar corriendo y caerse o cruzar la calle sin mirar. Por eso es muy importante inculcarles desde pequeños la importancia de seguir unas normas básicas tanto en el autobús como en la vía pública.
También es importante que los papás vayan a recoger a los niños con tiempo suficiente y les esperen en la acera por donde bajan, no al otro lado de la calzada. Es posible que los niños vean a sus familiares y crucen por delante del autobús de forma que los coches que pasan no vean al menor hasta el momento en que ya casi está encima del vehículo. Los atropellos se producen muchas veces por un despiste del pequeño, de los progenitores o del conductor del autobús.
Medidas de seguridad del autobús escolar
La normativa intenta proteger a los menores, por lo que incluye una serie de puntos referentes al propio vehículo, al conductor, a los pasajeros y al trayecto, que extreman las precauciones con respecto a otro tipo de autobuses.
- Los vehículos de tansporte escolar deben tener, como máximo, una antigüedad de 16 años y de 10 a lo sumo, si antes no se dedicaban a esta actividad.
- Los asientos de primera fila tienen que llevar instalada una mampara de protección y habrá sitios destinados a personas con discapacidad.
- Para velar por la seguridad de los menores, el suelo del autobús debe ser antideslizante. Se tiene que contar con asideros junto a las puertas y escalones con colores vivos. Las ventanillas se abrirán, como máximo, el tercio superior.
- Es obligatorio que el vehículo disponga de tacógrafo y limitador de velocidad.
- Todos los autobuses fabricados a partir de 2006 deben incorparar cinturones de seguridad, que los pasajeros tienen el deber de utilizar.
- Es obligado el cumplimiento de llevar una placa que indique que se trata de transporte escolar tanto en la parte delantera como en la trasera del autobús.
- Las puertas se tienen que poder abrir por dentro y por fuera fácilmente y su mecanismo de acceso estará protegido. Además, dentro del vehículo habrá dos extintores, martillo y botiquín de primeros auxilios.
- El conductor debe estar en posesión del permiso de conducir D, de una autorización especial para el transporte escolar, y no podrá tener anotaciones en el Registro de Infractores.
- El trayecto durará como máximo una hora y tanto el recorrido como las paradas estarán previamente fijados y autorizados.
- La póliza que debe llevar este tipo de medio de transporte es el seguro de responsabilidad civil ilimitada.
- La velocidad máxima a la que pueden circular se reduce en 10 km/h respecto al resto de autobuses.
- Si más de la mitad de los niños tiene menos de 12 años es obligatorio que, además del conductor, vaya en el autobús un acompañante. Se encargará de velar por la seguridad de los pasajeros en el trayecto, cuando bajan y cuando suben al vehículo.
- Cada estudiante tendrá un asiento y no está permitido que ninguno de ellos viaje de pie. Los niños no deben levantarse hasta que el autobús haya parado.
Cuando se habla de transporte escolar, siempre se hace hincapié en los autocares. Pero qué pasa con los papás que llevamos a los niños en transporte público? Llevo a mi hija al colegio en un autobús de la EMT de Madrid. Todos los días hasta la bandera de papás, niños, mochilas…
Creo que Maite lleva toda la razón. Los autobuses públicos, al menos en Madrid y en horas puntas son un hervidero de gente que vamos de lado a lado. Mis hijas van al cole en la ruta del colegio pero me solidarizo contigo Maite, ¡¡más seguridad en los autobuses públicos!!