Para la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial , la Educación Vial es vital, necesaria y debe abordarse con urgencia en el ámbito escolar. Pero al ser responsabilidad todos, se necesita más implicación de las familias, auténticas protagonistas y promotoras de la buena convivencia vial.
La sociedad viene reclamando desde hace años que la Educación Vial se incorpore a la escuela de forma obligatoria. Pero la Educación Vial es impensable sin los padres. Así lo pone de manifiesto FETEVI (Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial) en sus conclusiones de las XI Jornadas Estatales de Educación Vial, celebradas el pasado mes de mayo en A Estrada y Sanxenxo (Pontevedra).
Para esta Federación, que aglutina distintas asociaciones de educadores viales de toda España, el actual sistema de enseñanza de Educación Vial de nuestro país presenta muchas deficiencias, al sostenerse, en su mayoría, en la labor muchas veces voluntaria, desinteresada y a veces, incluso, incomprendida de policías locales. De ahí que reivindiquen la puesta en valor de las buenas prácticas de estos agentes que llevan décadas implicados en trasmitir valores de convivencia vial a los más pequeños.
“Hay que escuchar a los niños –afirman literalmente los técnicos pertenecientes a FETEVI–. Los niños no votan, pero saben lo que quieren: más carriles bici, menos coches mal aparcados que les impiden cruzar con seguridad, transporte escolar más seguro… Más calle para ellos y más multas para los conductores malos”. Algo comprensible, dado que en la medida que van recibiendo Educación Vial en la escuela, van adquiriendo buenas actitudes de convivencia vial e, inevitablemente, van reivindicando espacios más saludables. Los niños quieren movilidad segura y sostenible, ser protagonistas de la calle.
Y para ello bien es cierto que se necesita el apoyo de toda la comunidad educativa, el tejido vecinal y las administraciones municipales y estatales. Pero sobre todo de las familias, donde se produce el primer contacto del niño con el ámbito vial y se imprimen las primeras actitudes viales. La Dirección General de Tráfico, que sin tener competencias específicas en materia de Educación, hace 30 años que se planteó la Educación Vial, con mayúsculas, como objetivo, con la creación del Centro Superior de Educación Vial (CSEV), en el número 235 de su revista, publica un especial sobre Educación Vial en el que lanza, como ejemplo, una pregunta muy ilustrativa: “¿Tiene sentido que un niño no aprenda a utilizar los cubiertos hasta que su profesor se lo enseñe en el colegio?”. Efectivamente, la respuesta es no. Y continúa: “¿Aprenderá en su proceso educativo cuestiones importantes para preservar su salud y adquirir hábitos de alimentación saludables?”. Por supuesto.
Trasladado este ejemplo a la convivencia vial, responderíamos exactamente lo mismo. La Educación Vial debe abordarse con urgencia en el ámbito escolar, incorporarla al sistema educativo a través de los profesionales en educación formal. Pero, como muy bien afirma FETEVI, esta tarea es imposible sin la implicación y colaboración de los padres.
Puedes descargarte las conclusiones de las XI Jornadas Estatales de Educación de FETEVI, pinchando aquí.