La crisis aprieta, la confianza del consumidor está bajo mínimo y los concesionarios de coches nuevos, vacíos. Si hace apenas una década, las estadísticas de consumo afirmaban que un porcentaje elevado de personas entraban en la jubilación comprándose un coche nuevo, la realidad a día de hoy es que los mayores de 65 ya cada vez cambian menos de coche. La antigüedad y el kilometraje de los coches usados está marcando máximos históricos en España y ya en 2012 la edad media de un coche rozó los siete años y los 99.000 kilómetros.
Visitas al mecánico
Afortunadamente los tiempos en los que los coches a duras penas llegaban a los 100.000 km. han pasado a la historia. Si la carrocería aguanta, los motores modernos son capaces de superar con creces esta barrera kilométrica. Eso sí, siempre que las revisiones se realicen regularmente. La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite necesario por el que todos los vehículos de más de cuatro años deben pasar. La razón es garantizar que todos los coches que circulen por las carreteras cumplan una condiciones de seguridad mínimas. De esta manera se minimiza el riesgo de accidente por causas técnicas.
La ITV, ¿cada cuánto tiempo?
En el caso de turismos, la ITV ha de pasarse por primera vez cuando el vehículo ha cumplido los cuatro años de antigüedad. Hasta que el coche cumpla los diez años, las ITV serán cada dos años. En cuanto el vehículo tenga más de diez años, habrá que pasar la inspección con periodicidad anual.
Recibir una inspección desfavorable, suele implicar tener que llevar el coche al taller, perder tiempo y gastar dinero. Si se nos diagnostican defectos muy graves, el resultado de la inspección sera negativo y nuestro coche tendrá que ir en grúa al taller, puesto que será inmovilizado. Es por tanto muy importante realizar una revisión PRE-ITV en un taller.
La iluminación del vehículo
Es uno de los puntos más comunes en los que se suele “tirar la ITV” a un coche. Hay que comprobar que la luces de posición, carretera, antiniebla e intermitentes funcionan correctamente. Los antinieblas delanteros podrían no funcionar y la ITV se pasaría con defecto grave, el trasero tiene que funcionar sí o sí. Tampoco podemos olvidar las luces que iluminan la matrícula. Todas las bombillas tienen que estar en perfecto estado.
En la ITV también se revisa la regulación de la luces con un regloscopio. Si queremos saber si la regulación de las luces de cruce de nuestro coche es la correcta solo podremos comprobarlo en el talles, que es donde disponen de este aparato.
Estado de la carrocería y acondicionamiento exterior
Si tenemos alguna abolladura o golpe pasaremos la ITV sin problemas, pero no nos puede faltar ningún retrovisor ni tener un golpe que deje inutilizada alguna óptica. Las puertas deben poder abrirse y cerrarse desde dentro y desde fuera una vez quitado el seguro. Sin embargo, podríamos tener estropeado el cierre del maletero y pasaríamos la inspección. Las placas de matrícula deben ser perfectamente visibles, no pueden estar dobladas o gastadas.
Niveles
En la ITV se comprobarán los depósitos del líquido limpiaparabrisas y se verificará que los conductos no estén obstruidos. Se comprobará que los niveles de líquido refrigerante, del acierte del motor y del líquido de frenos estén a un nivel correcto.
Estado de los neumáticos
Recuerde que la profundidad del dibujo deber ser superior a 1,6 mm en todas la ruedas y que no deben existir superficies con desgaste anormal. No deben presentar tampoco cortes, “mordiscos” o un desgaste anómalo de la banda de rodadura.
Sistema de frenado
En la ITV se vigila que el sistema de frenado esté en buenas condiciones. En una inspección visual, discos y pastillas deberían tener margen de maniobra, no deben estar totalmente gastados. Si notamos que nuestro coche tiene una frenada desigual entre los diferentes lados o le falla la tensión del freno de estacionamiento, en la ITV estos fallos se detectaron con el frenómetro, “tirándonos” el coche.
Escape y emisiones
Revisar estos elementos requiere “levantar” el coche e inspeccionar los bajos, de ahí la importancia de un pre-ITV en taller. Además, para la medición de emisiones se necesita un analizador de gases, solo disponible en talleres.
Suspensiones, rótulas, ejes
Si nuestro coche hace mucho ruido al pasar por zonadas bacheadas, conviene “levantar” el coche en un elevador de taller y comprobar que los cojinetes y las rótulas de la suspensión están en buen estado. Los amortiguadores también deben estar perfectos o no pasarán la ITV. De igual manera, el paralelo de los ejes se comprueba en la ITV, aunque no es una prueba que dé problemas a los coches actuales.
Gracias por los consejos, tengo un coche que se va haciendo viejo y me doy cuenta de que necesito ocuparme de algunas revisiones para que me vaya aguantando sin sorpresas.
Saludos