El 70% de los menores de entre 5 y 14 años montarán en bicicleta en las próximas vacaciones escolares. La mayoría de sus padres desconocen que:
- Las muertes por accidentes con bicicletas representan el 4% de las víctimas infantiles anuales.
- Entre las víctimas mortales, el 80% de estos niños tiene entre 9 y 13 años.
- El 53% de estos accidentes se produce durante las vacaciones escolares, entre mediados de junio y mediados de septiembre.
- En el 80% de los casos es el niño el responsable del accidente por conducir de forma distraída, no respetar la norma genérica de prioridad, entrar sin precaución en la circulación , circular en sentido contrario al tráfico y no respetar las señales de STOP o Ceda el Paso.
- Las lesiones en la cabeza son la causa principal de fallecimiento de los niños que montan en bicicleta (27,6% de los casos).
No pretendemos desanimar al uso de la bicicleta, cuyos beneficios superan con creces a los riesgos que genera. Pero los peligros son reales y, en la mayoría de los casos prevenibles, por lo que es fundamental que eduquemos a nuestros hijos en la puesta en práctica de unas normas de circulación elementales, de sobra conocidas, pero muchas veces incumplidas por la mayor parte de las familias.
¿Y qué hacemos?
1. Poner límites.
Los padres somos los que tenemos que establecer los límites sobre los lugares donde nuestros hijos pueden andar en bicicleta, dependiendo de su edad y madurez y no olvidando que las lesiones más graves se producirán si el niño se golpea con un vehículo a motor.
Un niño menor de 9 años, no debería andar en bicicleta nunca solo sin la supervisión de un adulto. Y para dejar circular solos a los más mayores habrá que tener en cuenta, a parte de las condiciones de tráfico, la madurez del niño y su capacidad para poner en práctica las normas de circulación.
2. Determinar las aptitudes de nuestros hijos.
Por su edad, los niños no tienen capacidad para anticiparse a los movimientos de los automóviles. Su tamaño, además, los hace menos visibles, por lo que es imprescindible que sigan estrictamente las normas de circulación básicas:
- Circular siempre en la misma dirección del tráfico y respetando rigurosamente las señales. No pasarse nunca de un lado a otro de la calzada y usar siempre los carriles de bicicleta, si los hay.
- Detenerse siempre y mirar en ambas direcciones antes de cruzar o entrar en una calle. Si es una calle muy transitada, bajarse de la bicicleta y caminar junto a ella. Lo mismo en las intersecciones, estén o no señalizadas.
- Indicar con brazos y manos las maniobras, siempre con la suficiente antelación.
3. Guardar la bici al anochecer.
Los niños no deben andar en bicicleta durante el crepúsculo (al amanecer y al anochecer) ni de noche. Acostúmbrenles a que les llamen y vayan a recogerlos, si fuera el caso. De tener que conducir en las condiciones señaladas, que no olviden encender los faros delanteros y traseros y utilizar ropa reflectante.
4. Comprobar el estado de la bicicleta.
Y que ésta se adapte al tamaño del niño, y no al revés. Enseñe a sus hijos a mantener sus bicicletas en perfecto estado y compruebe con ellos los neumáticos, los frenos, además de la altura del asiento y el manillar.
5. Castigarle si es necesario.
Si su hijo ignora voluntariamente las reglas de seguridad, tome medidas ajustadas a su edad y capacidad de comprensión. Por ejemplo, puede prohibirle que coja la bicicleta durante uno o varios días, para que aprenda a valorar la importancia de sus acciones.
Y el casco, ¡obligatorio!
Para el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la AEP (Asociación Española de Pediatría), el casco es imprescindible para reducir el riesgo de lesiones graves en la cabeza. Se estima que el uso correcto del casco reduce el riesgo de lesión craneal y cerebral entre un 63 y un 88%, y que el riesgo de fallecimiento desciende en un 26%.
Pese a que la normativa solo obliga a su uso en vías interurbarnas, el casco es un elemento de seguridad imprescindible en todas las vías, tanto para menores y adolescentes como para sus padres, que deben dar ejemplo y explicar a los niños por qué es necesario proteger la cabeza. El casco debe estar homologado y en perfecto estado, tener el tamaño adecuado y colocarse bien.
Ojo con pensar que el casco es la panacea, el dato del 88% se ha retirado. Además de incorrecto, ha provocado una falsa sensación de protección que puede ser perjudicial para la seguridad.
Rogamos actualicen esa información. Aquí más detalles:
http://www.enbicipormadrid.es/2013/06/el-gobierno-de-eeuu-retira-el-dato-de.html
Si bien es cierto que recientes estudios barajan los índices de
protección del casco al 25-55%, el Comité de Seguridad y Prevención de
Lesiones Infantiles de la AEP (Asociación Española de Pediatría),
mantiene sus datos entre el 66-88%. Nuestra postura en materia de
seguridad vial infantil es clara al respecto y ésta es que los niños,
siempre usen casco.
No nos gustaría, además, que el tema se redujese a un debate casco sí,
casco no, dado que nuestro objetivo es ofrecer a los padres una serie
de consejos prácticos para que los niños hagan un uso correcto de la
bicicleta.