Tras la experiencia piloto realizada en 7 de los 90 departamentos franceses, el gobierno ha decidido extender a todo el territorio francés que las personas penalizadas por conducir bajo los efectos alcohol puedan utilizar un sistema alcolock como dispositivo de control.
En el tema del alcohol al volante, hasta la fecha cada Estado miembro de la Unión Europea va a su aire o por su lado. Ni hay unidad aún sobre con qué concentración de alcohol en sangre está una persona en condiciones de conducir un vehículo, ni se han instaurado medidas técnicas ni reguladoras unificadas para hacer descender el número de siniestros, fallecidos y/o lesionados consecuencia directa del alcohol.
Y todo ello, pese a existir un sistema de resultados contrastados que podría hacer disminuir drásticamente el número de siniestros producidos por el alcohol: el etilómetro con dispositivo de bloqueo de arranque.
Hasta que los alcolocks se integren como tecnología de serie en los vehículos
Numerosas asociaciones internacionales han llevado al Parlamento Europeo la demanda de que los alcolocks se integren como tecnología de serie en los vehículos. De hecho, es una de las medidas que aún se estudia dentro de los cambios que en materia de regulación va a introducir la UE.
Los estudios técnicos más importantes en esta materia vienen haciéndose desde 1980, como siempre, en Estados Unidos, donde en 47 de los 50 estados existen programas de alcolocks: en 29 de ellos, la participación es obligatoria para los conductores sancionados por consumo de alcohol; y en el resto, la participación es voluntaria.
Suecia fue la primera en Europa en utilizar los etilómetros con dispositivo de bloqueo de arranque, en el marco del programa experimental europeo “Offender”. Después se sumaron Países Bajos, Bélgica, Alemania, Finlandia y, finalmente, Francia. En todos los casos como programas a prueba y en la mayoría de los casos, voluntario.
La medida se probó en 2018 pero solo hizo efectiva en 7 departamentos
Y así llegamos hasta enero de 2018, cuando el gobierno francés presenta su paquete de 18 medidas para reducir la siniestralidad vial y que en materia de alcohol dice lo que sigue: “Los controles de vigilancia de consumo de alcohol volverán a realizarse sin previo aviso y de la forma más indetectable posible para evitar su difusión a través de aplicaciones móviles. Cuando la tasa de alcohol en sangre sea igual o superior a 0,8 gramos por litro en sangre, al conductor se le decomisará el vehículo durante un periodo de 7 días. Si la tasa de alcoholemia deriva en una condena penal con retirada del permiso de conducir, esta suspensión podrá evitarse colocando un etilómetro en el vehículo”.
Aunque la medida se aprobó hace más de un año, solo se había aplicado en 7 departamentos –lo que vendrían a ser nuestras provincias–, a la espera de resultados: datos de siniestralidad, niveles de reincidencia en el consumo de alcohol al volante, operativa de los propios etilómetros… Los resultados, sin haberse hecho públicos hasta la fecha, se consideran tan positivos, que ahora el gobierno francés ha dado la orden a todos los preceptos* de aplicarla en sus correspondientes departamentos. Es decir, los bloqueadores de arranque deben usarse en todo el país.
¿Cómo va a funcionar la instalación de etilómetros en los vehículos?
Así, y desde ya, al conductor que se le detecte conduciendo con una tasa igual o superior a 0,8 g./L en sangre, se le decomisará vehículo durante 7 días. El sancionado tendrá que someterse a un examen médico y, tras el resultado del mismo, el precepto podrá emitirle un permiso de conducir provisional por un periodo no superior a 6 meses de duración con la indicación expresa de que está obligado a instalar en su vehículo un etilómetro con dispositivo de bloque de arranque que permita su control por parte de fuerzas policiales. En el caso de reincidentes, el juez podría prorrogar la obligación del dispositivo hasta por 5 años. En ambos casos, las sanciones económicas asociadas al delito cubrirán el coste de instalación del etilómetro, además de los costes médicos y de control policial asociados.
El etilómetro bloquea o impide el arranque el vehículo si el nivel de alcohol del conductor es positivo o si el arranque no se realiza dentro de los 2 minutos siguientes a realizarse la prueba. Con el coche ya en marcha, el dispositivo solicita aleatoriamente –entre 5 y 30 minutos después del arranque– una nueva comprobación que tendrá que realizarse con el vehículo en punto muerto y en un plazo no superior a los 20 minutos desde la petición.
Los dispositivos no solo deciden si se permite al conductor arrancar el vehículo o no, registran un montón de datos sobre sus hábitos al volante: por ejemplo, que muchos conductores fracasan en su intento de arrancar a primera hora de la mañana. ¿Por qué ya han bebido? No, porque aún tienen niveles muy altos de alcohol en sangre por el alcohol consumido la noche anterior. Es por ello que la medida se complementa con seguimiento médico y psicológico.
Más información en: www.securite-routiere.gouv.fr