Las altas temperaturas, un inflado deficiente de los neumáticos, el desgaste/fatiga del lateral de la rueda, el exceso de carga… Circular con los neumáticos en mal estado o con una presión inadecuada es una irresponsabilidad para la seguridad vial. El riesgo de sufrir un reventón es altísimo. ¡Extrema la prudencia!
En verano de 2014, el 70,6% de los vehículos que sufrieron una avería o se vieron implicados en un siniestro vial fue a consecuencia de un fallo en los neumáticos. El número de reventones se multiplicó por seis con respecto a 2013, según datos del DUCIT (Observatorio Español de Conductores). Por suerte, en la mayoría de los casos el conductor no perdió el control del vehículo, pudo frenar despacito y, ya en el arcén, esperar asistencia técnica. De este grupo, la mitad no pudo continuar después el viaje por tener dañada la rueda de repuesto o por no disponer de ella. Pero un 1,4% no pudo controlar el coche tras el reventón, tropezó con algún obstáculo o acabó saliéndose de la vía con consecuencias fatales. No fueron accidentes, porque en ellos no intervino el azar. Un revisión previa del estado de los neumáticos, su nivel de desgaste y presión, quizás hubiera bastado para prevenir el siniestro.
Dirección desalineada y menor presión, causas principales del reventón
Los reventones suelen producirse por rotura de las lonas interiores del lateral del neumático. La causa siempre es el sobrecalentamiento a causa de un desgaste irregular de los laterales de la banda de rodadura. A simplemente vista se aprecia porque el dibujo del neumático está mucho más desgastado en los bordes exteriores. Esto puede deberse a que tenemos la dirección desalineada, a que llevamos una presión de inflado menor a la adecuada o a ambas circunstancias a la vez:
- Es normal que la alineación de la dirección se vaya resistiendo poco a poco. Se nota cuando el coche “tira” hacia un lado o hacia el otro cuando soltamos el volante circulando en línea recta y en el desgaste de los neumáticos (mayor en un lateral que en otro). Cada vez que cambiamos de ruedas, se debe alinear la dirección, por eso es conveniente hacer esta operación de mantenimiento en taller.
- Cuando el desgaste de los laterales del neumático es similar en ambos extremos se debe a que las ruedas llevan menos aire del debido. Y son muchos los vehículos que circulan con 0,5 atmósferas por debajo de lo indicado por su fabricante porque sus dueños no se preocupan de revisar la presión ni cuando van a hacer un viaje de muchos kilómetros. El resultado es que los neumáticos se desgastan más, se multiplica el riesgo de reventón y el coche consume más combustible. Invertir dos minutos en comprobar la presión es la mejor operación de mantenimiento y ahorro que tú mismo puedes hacerle a tu coche.
Pues a todo lo dicho añádele, por último, las condiciones ambientales del verano –con las altas temperaturas que alcanza el asfalto– y la carga extra tanto de pasajeros como de equipaje. Si te gusta pisar el acelerador, suma también el factor velocidad y entenderás por qué el riesgo de reventón se multiplica.
La mayoría de siniestros viales atribuidos a fallo mecánico pueden evitarse con un buen mantenimiento del vehículo. Tú, como conductor, tienes la clave para reducir este tipo se siniestros.