La profundidad mínima legal del dibujo de los neumáticos es 1,6 mm, pero el fabricante de neumáticos siempre ha apostado por sustituir las cubiertas antes de llegar a los 2 mm. Dentro de su estrategia VisionZero, Continental solo considera seguros neumáticos con una profundidad del dibujo entre 8 y 4 mm y en su nueva campaña de publicidad aconseja cambiar antes de que el desgaste sobrepase los 3 mm.
Un año más, a punto de llegar el otoño y empezar la época de lluvias, Continental vuelve a recuperar su campaña de información aconsejando que los neumáticos se sustituyan antes de que el desgaste sobrepase los 3 mm de profundidad de dibujo. Dicho consejo se enmarca dentro de su objetivo VisionZero de conducción sin accidentes, que le ha llevado a desarrollar compuestos de goma y diseños de banda exclusivos para mejorar el agarre y la seguridad en carreteras, incluyendo la concienciación de los usuarios sobre la importancia de vigilar el desgaste de los neumáticos.
Y es que, aunque la ley fije un límite de 1,6 mm en la profundidad de la cubierta, Continental siempre ha considerado excesivo este valor en condiciones de suelo mojado, por lo que recomienda no usar neumáticos con una profundidad menor a los 3 mm. Es más, todos sus neumáticos incorporan un testigo de 3 mm para comprobar que la cubierta tiene una profundidad mayor, reforzando así la seguridad al evitar frenadas más largas y el peligroso aquaplaning.
Para Continental es una evidencia que existe una clara falta de concienciación entre los profesionales del motor sobre la profundidad del dibujo de los neumáticos. De hecho, hace apenas un par de años el fabricante se llevó un importante varapalo tras consultar a mecánicos y periodistas sobre la actual normativa del 1,6 mm: el 60% de los profesionales y el 71% de los periodistas opinaron que la profundidad mínima actual es segura, incluso en firmes deslizantes. A tenor de esto, Continental empezó a hacer pruebas/ensayos con diversos tipos de neumáticos, frenadas de emergencia sobre suelo mojado con vehículos equipados con cubiertas más o menos desgastadas.
A 80 Km/h, con unos neumáticos cuyo dibujo tiene una profundidad de 3 mm, en frenada de emergencia el vehículo recorre 9,5 metros más hasta detenerse por completo que con unos neumáticos nuevos. Además, al pasar por el punto donde se habría detenido el coche en caso de equipar cubiertas nuevas, la velocidad residual sería aún de 34 km/h. En esta misma situación, el mismo vehículo equipado con neumáticos con el mínimo legal permitido (1,6 mm), recorre 18,6 metros más hasta detenerse y tiene una velocidad residual de 44 km/h al pasar por el punto donde se habría parado con cubiertas nuevas. Para más inri, en situación de riesgo de aquaplaning, a medida que el desgaste del neumático es mayor, el contacto con el suelo disminuye debido a la incapacidad de la cubierta para evacuar el agua. En las pruebas realizadas por Continental, a 90 km/h, el vehículo equipado con neumáticos con el mínimo legal permitido, perdía casi por completo el contacto con el asfalto. Continental concluye, por tanto, que cuando los neumáticos alcanzan el límite de 3 mm de profundidad, se debería proceder a su reemplazo.