Nextbase National Dash-cam Safety Portal permite a los conductores de Inglaterra y Gales compartir imágenes directamente con las policías competentes en materia de tráfico de cada región o condado.
Rara es la semana que no se hace viral un video con la imagen de un vehículo realizando alguna maniobra temeraria. Las cámaras de video dash-cam instaladas en el salpicadero cada vez son más populares, habiendo vehículos que las llevan acopladas incluso de serie. También es frecuente verlas en bicicletas y motos, bien en el manillar, bien en el casco. Su uso no está prohibido y no es objeto de sanción a no ser que dificulten la visibilidad del conductor o se manipulen durante la conducción. Hace unos meses os contábamos que las Policías Europeas de Tráfico (TISPOL), de la que forman parte las Agrupaciones de Tráfico de la Guardia Civil en España, apostaban por esta tecnología invitando a que se facilite e, incluso, se promocione el uso de dash-cam para que los usuarios puedan efectuar denuncias cuando son testigos de graves infracciones.
A nivel legal, el criterio de uso de estas cámaras es bastante complejo en España y en el resto de Europa, dado que entramos en el pantanoso terreno de vulnerar los derechos de intimidad y propia imagen de terceros al capturar su imagen, un derecho fundamental muy bien protegido en la Ley de Protección de Datos. Sorprende por tanto que Nextbase, la compañía británica líder a nivel mundial de ventas de cámaras dash-cam, haya conseguido lanzar en colaboración con distintas fuerzas policiales y con la aprobación del Parlamento británico un portal web a través del cual los conductores pueden enviar directamente a la policía los videos grabados
Nextbase National Dash Cam Safety Portal permite a los propietarios de cualquier cámara digital subir videos de infracciones, conductas temerarias o siniestros viales a la plataforma para que sean evaluados por la policía competente en Reino Unido. Por supuesto, no es suficiente con subir el video, las imágenes deben acompañarse con una pequeña descripción de cuándo, dónde y en qué circunstancias se produjo el presunto delito, a modo de declaración jurada del testigo que capturó las imágenes. Solo así la policía, una vez vistas y evaluadas las imágenes y tenida en cuenta la declaración/denuncia del autor del video, tiene la posibilidad de efectuar denuncia y tomar las medidas concretas y específicas para que el video no pueda ser rechazado o impugnado posteriormente por el infractor en un tribunal.
Hasta la fecha, el único sistema similar para enviar secuencias de imágenes grabadas con dash-cam era Operation Snap, una iniciativa puesta en marcha y coordinada por la propia policía de North Wales. Desde que se puso en marcha, a finales de 2016, la policía ha denunciado a cientos de conductores basándose en la evidencia del video dash-cam. Policías de otros condados habían manifestado el deseo de poder contar con un servicio similar y fue entonces cuando la compañía Nextbase ofreció al Ministerio de Seguridad del Transporte el desarrollo gratuito de una plataforma de seguridad a nivel nacional. “Rápidamente entendimos las limitaciones en término de coste y tiempo para dotar a las fuerzas de seguridad y a la población en general de una plataforma de estas características –declaró Bryan Brooker, director de marketing de Nextbase, durante la presentación del portal en la comisión de seguridad vial del Parlamento británico–. Para nosotros fue un decisión muy fácil tomar la iniciativa y hacernos cargo de este desarrollo de forma totalmente gratuita”.
Nextabase no tiene acceso para ver los videos cargados en la plataforma ni acceso a la información personal facilitada al enviar las imágenes. Los videos y las declaraciones de los testigos solo son visibles para las fuerzas policiales. Paul Moxley, jefe de la policía de West Mercia afirma que “si los beneficios de este portal son claros para los ciudadanos, también son muy efectivos para nosotros, ya que un trabajo de investigación que antes necesitaba horas e, incluso, días, ahora se puede resolver en cuestión de minutos”. Aunque el mayor beneficio, asegura Moxley, es la implicación y la colaboración con los ciudadanos en materia de seguridad vial, aprovechando las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías.