Estos tramos de carretera son aquellos calificados como más peligrosos tanto por los excesos de velocidad detectados, como por la potencial siniestralidad que presentan. Están sometidos a mayor control con medios policiales y automáticos –es decir, se vigilan con radares– y se están señalizando con esta placa colocada debajo de la señal de limitación genérica de velocidad.
INVIVE es el acrónimo de INtensificación de la VIgilancia de la VElocidad y es simultáneamente un índice y un procedimiento. Un índice porque es un número contenido entre 0 y 10 que permite asignar prioridades de vigilancia. Y un procedimiento porque lleva aparejado una labor de evaluación y vigilancia en todas las Jefaturas Provinciales de Tráfico. El objetivo final del INVIVE es mejorar la vigilancia de la velocidad y reducir la siniestralidad asociada a la misma. Pero expliquémoslo más detenidamente.
En su impulso por reducir la siniestralidad, en abril de 2004, la Comisión Europea emitió una recomendación a todos sus estados miembros de hacer un inventario de todos los tramos de carretera donde se sobrepasase regularmente los límites de velocidad establecidos y, consecuencia de ello, el riesgo de siniestralidad fuese mayor. Todo ello dentro del concepto de “velocidad segura” que establece la “Visión 0” (0 muertos en la carretera antes de 2050). La “velocidad segura” trata de prevenir el siniestro o sus consecuencias, si éste se produce. Las intervenciones en materia de seguridad vial para alcanzar esta “velocidad segura” se dividen en: formación, educación y divulgación a los conductores, la aplicación de medios técnico y jurídicos y la vigilancia. Para dar respuesta a esta último, nace el INVIVE.
A priori todo el mundo asemeja un tramo INVIVE a un punto negro, pero no es lo mismo. Un punto negro es un tramo de calzada en el que durante un año natural se han producido 3 o más siniestros viales con víctimas (no se cuantifican los siniestros con sólo daños materiales). Así, la siniestralidad que mide el punto negro hace referencia directa a la lesividad. Por otro lado, están los TCA o Tramos de Concentración de Accidentes, que son aquellos tramos que presentan una frecuencia de siniestros significativamente superior a la media y en los que, previsiblemente, con una actuación de mejora en la infraestructura se podría reducir efectivamente la siniestralidad. Los TCA han desplazado al concepto de punto negro que usaba la DGT anteriormente, aunque a nivel popular sigan asimilándose a lo mismo. Anualmente, EuroRAP emite un informe en el que se divulgan todos los puntos negros y TCA, para que los conductores extremen la prudencia en esos tramos.
El INVIVE, sin embargo, es el tramo en el que puede que “TODAVÍA” no se haya producido el siniestro, pero hay una alta probabilidad de producirse debido a la elevada velocidad media de circulación. En resumen, intenta anticiparse al siniestro y prevenir éste, mediante el control y la vigilancia. Para la puesta en marcha del INVIVE, la DGT ha implantado un sistema de gestión de la velocidad en la red, en las que las intervenciones ya no se concentran en determinados puntos o tramos kilométricos, si no en toda la vía. Así, cada carretera se convierte en un tramo, que va subdividiéndose posteriormente en cada Jefatura Provincial de Tráfico en tramos más concretos mediante un sistema de información geográfica (GIS). Una vez realizada esta tramificación, se calcula automáticamente el INVIVE en función directa del exceso de velocidad a la que se circula habitualmente, del número de siniestros habidos en un periodo concreto y de la longitud del tramo. Los logaritmos que se utilizan para obtener el INVIVE dicen que son tan buenos, que permiten priorizar las actuaciones de la DGT. Y no solo con respecto a la vigilancia de la velocidad, si no a otro tipo de actuaciones destinadas a mejorar la seguridad vial.
Recuerda que en la web de la DGT se actualiza constantemente la información de los tramos INVIVE, controlados por radares móviles. Para consultar los de tu provincia o los de las carreteras por las que habitualmente circulas, pincha aquí