Para conmemorar la IV Semana Mundial de Seguridad Vial, Naciones Unidas hace un llamamiento: reducir la velocidad para lograr descender el número de víctimas mortales en siniestros viales. Con la campaña: “Save Lives: #SlowDown” (Salvemos vida: reduzca la velocidad), del 8 al 14 de mayo se alertará de los peligros de la velocidad excesiva y se explicarán las medidas a aplicar para combatir este riesgo que causa anualmente tantísimas muertes y traumatismos graves.
En su nuevo informe titulado “Managing speed” (Gestión de la velocidad), la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la velocidad excesiva o inadecuada es la causa de una de cada tres víctimas de siniestros viales en el mundo. Todas las medidas de control de velocidad previenen muertes y traumatismos en la carretera y contribuyen a mejorar la salud y la sostenibilidad de la vida en las ciudades.
Cerca de 1,25 millones de personas fallecen cada año a consecuencia de los mal llamados accidentes de tráfico y de acuerdo con los estudios de siniestralidad, entre el 40 y el 50% de los conductores afectados no respetaban los límites de velocidad establecidos. Los siniestros viales continúan siendo la principal causa de muerte a nivel mundial entre los jóvenes de entre 15 y 29 años, lo que en términos económicos se traduce en una pérdida de entre el 3 y el 5% del PIB del planeta.
Las tasas más altas de mortalidad se registran en África, América Latina, Asia y Europa del Este, donde la gente cree que estas fatalidades son el precio a pagar por el desarrollo. “Para progresar necesitamos más coches y más carreteras y eso se traducirá en más accidentes de tráfico”, este mantra que hasta hace muy poco también se repetía en España es el que impera en los países con economías emergentes. Pero la realidad ya ha demostrado que no tiene porqué ser así.
La ONU pone como ejemplo a 47 países –entre ellos, España–, que han conseguido reducir la siniestralidad poniendo en práctica medidas de control de velocidad. Pero destaca la labor de Países Bajo, Reino Unido y Suecia como los que han abordado el problema con un enfoque más amplio, priorizando la conducción a una velocidad segura. Naciones Unidas destaca que en estos países han sido los responsables municipales los impulsores de un movimiento creciente que, a nivel local, aspira a transformar las ciudades y hacerlas más habitables y seguras para todos: reduciendo la velocidad de los 50 a los 30 km/h, fomentando el uso de la bicicleta y recuperando los desplazamientos a pie.
Según la OMS, estas medidas, además de reducir la siniestralidad, disminuyen la incidencia de enfermedades no transmisibles, que son la verdadera plaga del mundo desarrollado: enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.
Las cinco medidas concretas de control de velocidad que propone la ONU son éstas:
- Incorporar a la construcción o modificación de las vías elementos que reduzcan la velocidad.
- Establecer límites de velocidad adaptados a la función de cada vía.
- Hacer que se respeten los límites de velocidad.
- Dotar a los vehículos de tecnologías apropiadas para el control de la velocidad.
- Concienciar de los peligros de la velocidad excesiva.
Para saber más sobre la campaña “Salvemos vidas: reduzca la velocidad” de las Naciones Unidas, entra en la web de la IV Semana Mundial para la Seguridad Vial. En la misma, además de información, encontrarás la forma de poner tu granito de arena y sumar esfuerzos para reducir esta pandemia mundial de los siniestros viales.