El Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) ha realizado una encuesta entre los principales grupos políticos del Parlamento Europeo para determinar sus apuestas en materia de seguridad vial de cara al periodo 2014-2019.
Aunque la totalidad de los grupos parlamentarios europeos están de acuerdo en que hay que seguir introduciendo medidas para reducir el número de muertos y de heridos graves en las carreteras, existen claras diferencias a la hora de determinar qué cambios hacer y cómo llevarlos a cabo.
El Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) es una organización europea formada por diferentes institutos de seguridad vial, universidades, aseguradoras y empresas de transporte, entre otros organismos públicos y privados, que trabaja directamente con la Comisión Europea con el objetivo de reducir la siniestralidad vial, proponiendo medidas que ayuden a disminuir el número de muertos y heridos en las carreteras europeas.
En este contexto, y de cara a las elecciones del domingo 25 de mayo, el ETSC ha publicado su Manifiesto para la Seguridad Vial 2014-19 en el que hace una llamada a todas las formaciones políticas a cumplir con los objetivos 2010-20 en materia de seguridad vial y propone cuatro medidas a desarrollar en el próximo mandato del parlamento europeo. A saber:
1.- Contra el exceso de velocidad, límite a 120 Km/h
El ETSC propone limitar la velocidad a 120 km/h en todas las autovías europeas, alentar a los estados miembro a adoptar 50 Km/h como velocidad máxima en zonas urbanas y 30 km/h en zonas residenciales y de alta densidad de peatones y ciclistas. Se propone la adopción de todas las medidas necesarias que garanticen la pacificación del tráfico, así como la inclusión de asistentes inteligentes de velocidad en los vehículos (dispositivos ISA).
2.- Tolerancia 0 al alcohol y alcolocks para reincidentes
Aunque las políticas nacionales están dando sus frutos para combatir el problema del alcohol al volante, el consumo de bebidas alcohólicas continúa siendo la segunda causa de muerte en las carreteras de la UE. Por ello, el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte recomienda una directiva comunitaria única para toda Europa que establezca la tolerancia 0 en materia de alcohol al volante y la introducción de detectores de alcohol –los alcolocks– a todos los colectivos de conductores profesionales y a todos los infractores reincidentes.
3.- Mejoras en las infraestructuras viarias
En 2008, la UE adoptó la Directiva 2008/96/CE sobre gestión de la seguridad de las infraestructuras viarias que exige a todos los Estados miembros el establecimiento y aplicación de procedimientos relacionados con las evaluaciones de impacto en la seguridad vial en lo relativo a auditorías, gestión e inspecciones de seguridad vial, de cara a mejorar las carreteras, reducir siniestros y eliminar puntos negros, entre otros. Pero dicha Directiva, que en España se adoptó por Real Decreto 345/2011 de 11 de marzo, solo afecta a las carreteras de la denominada Red Transeuropea de Transporte.
Dado que el mayor número de siniestros viales se produce en carreteras convencionales, el ETSC propone que la Directiva 2008/96/CE se aplique en todas las redes viarias sin excepción: desde autopistas, pasando por carreteras convencionales e, incluso, en carreteras urbanas.
4.- Priorizar a peatones y ciclistas
Por último, el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte apuesta por nuevas políticas europeas de movilidad sostenible, en las que peatones y ciclistas ocupen un papel destacado –por delante del coche– en el diseño del transporte urbano.
¿Y qué piensas los grupos parlamentarios europeos de estas propuestas?
Por supuesto, todos los grupos parlamentarios presentes en el Parlamento Europeo están de acuerdo en que hay que seguir trabajando para reducir el número de muertos y heridos graves que se producen en la carretera. Pero no todos coinciden en las políticas a adoptar para lograrlo.
Así, de las seis formaciones a las que consultó ETSC, solo cinco respaldan un límite de alcoholemia 0 armonizado en toda la Unión Europea. El grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) –quinto grupo de la cámara con una representación de 54 miembros hasta la fecha, ninguno español, el más conservador y euroescéptico– rechaza en su totalidad la propuesta de “Tolerancia 0 al alcohol” y sostiene que le corresponde a cada país decidir y legislar en esta materia.
En el polo opuesto, los dos grandes grupos S&D –socialistas, 184 representantes, 21 eurodiputados españoles– y PPE –Partido Popular Europeo, 265 representantes, 23 eurodiputados españoles– no solo apuestan por la Tolerancia 0 a nivel comunitario si no que, además, son partidarios de que el alcolock sea obligatorio para los conductores profesionales y todos los conductores reincidentes en controles de alcoholemia. El grupo ALDE –Alianza de Demócratas y Liberales, 84 representantes, 2 españoles (1 de Convergencia Democrática de Cataluña y 1 del Partido Nacionalista Vasco) y el grupo GUE/NGL –Izquierda Unitaria Europea, 35 representantes, 1 español– también son partidarios del alcolock, pero solo para los positivos reincidentes.
Con respecto a la extensión de la Directiva 2008/96/CE a todas las redes de carreteras, todos los grupos mayoritarios son partidarios de que se amplíen las normas a toda la red europea de autopistas y autovías. Solo el grupo GUE/NGL va más lejos, defendiendo que las evaluaciones e inspecciones se realicen en todas las carreteras, incluyendo también las convencionales y las urbanas.
Hacia un espacio europeo de seguridad vial: políticas sobre seguridad vial 2011-2020
En materia de seguridad vial, la Comisión Europea mantendrá el objetivo de reducir a la mitad el número de víctimas mortales en las carreteras de la Unión Europea para 2020. Para ello tiene marcado siete objetivos:
- Mejorar la educación y la formación de los usuarios de la carretera.
- Mayor cumplimiento de las normas de circulación.
- Mayor seguridad de las infraestructuras viarias.
- Vehículos más seguros.
- Promoción del uso de tecnologías que aumenten la seguridad vial.
- Mejora de los servicios de emergencia y atención tras los siniestros.
- Protección de los usuarios más vulnerables de la carretera.
Es incuestionable que en los últimos años se ha producido un cambio sustancial tanto en la gestión política de la seguridad vial como en el comportamiento del usuario de las vías. Pero los alrededor de 35.000 fallecidos en siniestros viales en la UE solo en 2009 –se dice pronto, ¡qué barbaridad!– indican que aún queda más, mucho más, por hacer.