Está de moda fabricar coches sin rueda de repuesto y, en su lugar, dotar al vehículo con un kit de reparación de emergencia para salir del paso. El que quiere rueda, debe pagarla como un extra. Supongamos que, por seguridad, optas por la rueda de repuesto. ¿Te acordarás luego de ella?
Todos los vehículos están obligados a llevar algún sistema que los permita seguir circulando en caso de pinchazo, pero solo 2 de cada 10 coches fabricados en la actualidad llevan rueda de repuesto como equipamiento de serie. Alrededor de 3 de cada 10 están equipados con rueda de repuesto de emergencia, la conocida como “galleta” –de rodaje limitado, lo justo para llegar a un taller y cambiarla, y con la que no se puede circular a más de 80 km/h– y prácticamente la mitad, unos 5 de cada 10, llevan un kit anti-pinchazos para salir del paso, una especie de gel sellante más un inflador, que permite circular, en este caso obligatoriamente, hasta el taller. El kit no servirá de nada en caso de reventón y con la “galleta” debemos de ser conscientes de que el coche perderá agarre y la distancia de frenado será mucho mayor. Ambos sistemas son, por tanto, de emergencia, hasta que lleguemos al taller. Por último, algunos vehículos, los menos, “calzan” ruedas “run-flat”, las que no se pinchan o más exactamente esas que tras pincharse, no pierden presión. Son considerablemente más caras y como las “galletas”, de rodaje y velocidad limitada una vez pinchadas.
Como hemos visto, los tres sistemas son soluciones meramente temporales que evitan que nos quedemos tirados en la carretera ante la eventualidad de un pinchazo. La mejor opción de seguridad continúa siendo la rueda de repuesto convencional o completa. Entonces ¿por qué hay que pagarla como un extra y ha dejado de venir de serie en los coches?
Para dar respuesta a esta duda los fabricantes argumentan, por un lado, que, eliminada la rueda de repuesto de serie, el vehículo reduce el consumo de combustible –al reducirse el peso del coche– y gana espacio en el maletero, ambos factores muy tenidos en cuenta por los conductores a la hora de comprar. Pero por otro lado, y para reforzar aún más si cabe este argumento, añaden que la mitad de los conductores que lleva rueda de repuesto no se preocupa de ella, descuidándola hasta el punto de que, por presión o desgaste, está inservible cuando se la necesita. ¿Para qué tenerla entonces
Como confirma el último Barómetro de Averías que realiza RACE el número de asistencias en carretera por falta de mantenimiento de los neumáticos no para de subir: un 11,3% en diciembre y enero de 2014/2015, con respecto al mismo periodo de 2013/2014. Pero lo que más ha llamado la atención al departamento de operaciones del RACE, es un incremento del 48% del número de intervenciones de la grúa porque, en caso de pinchazo, no se ha podido hacer uso de la rueda de repuesto. Osea, que parece que los fabricantes tienen razón y es mejor eliminarla.
Rueda completa de repuesto: SÍ
Por seguridad, en Feu Vert en Marcha apostamos obviamente por la rueda completa de repuesto, igual a las que monta el vehículo. Se trata del sistema ideal puesto que al usarla, en caso de pinchazo, la funcionalidad del coche será idéntica que antes del pinchazo, al ser la rueda igual que la sustituida. Podremos continuar el viaje sin preocupación, aún siendo conscientes de que habrá que pasar por el taller porque el desgaste con la paralela no será idéntico y no está equilibrada. Eso sí, siempre que nos hayamos preocupado de su mantenimiento y la presión sea la idónea.
Comprueba la presión de la rueda de repuesto, por lo menos, cada dos meses.