La mitad de la población no se mueve lo suficiente. El sedentarismo es actualmente el cuarto factor de riesgo de muerte, por detrás de la hipertensión, el tabaquismo y la diabetes. Priorizamos los desplazamientos en coche, incluso en trayectos muy cortos, supuestamente porque no tenemos tiempo debido a nuestras obligaciones diarias. Pero, ¿y si te dijéramos que caminar 20 minutos es suficiente para mejorar tu salud y alargar tu esperanza de vida? Descubre por qué.
Llevar una vida activa alarga la vida. Y si además tenemos en cuenta que aumenta el bienestar, significa que siendo activos podemos vivir más y mejor. Existen muchos estudios científicos que demuestran que la actividad física practicada con regularidad, es decir, todos los días de la semana:
- Ayuda a mantenerse ágil físicamente: fortalece los músculos, mejorando la capacidad funcional y disminuyendo el riesgo de sufrir caídas. También previene la pérdida de masa ósea (osteoporosis).
- Mejora el bienestar mental, reduce los síntomas de ansiedad y estrés, mejora el sueño y reduce el riesgo de depresión. Además aumenta la percepción de bienestar y satisfacción con el propio cuerpo.
- Mejora la función cognitiva.
- Mejora el bienestar social. Fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social, especialmente en personas con discapacidad.
- Ayuda a disfrutar de una buena calidad de vida.
- Contribuye a mantener un peso adecuado y reduce el riesgo de padecer obesidad. La actividad física es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso.
- Reduce el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades como:
- Diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardiovasculares
- Hipertensión arterial
- Cáncer de mama o colon
- Hipercolesterolemia (colesterol elevado), aumentando el colesterol “bueno” (HDL) y disminuyendo el “malo” (LDL).
- Mejora la evolución de algunas enfermedades crónicas como diabetes (ayudando a controlar los niveles de azúcar en los que ya son diabéticos), hipertensión, hipercolestorolemia u obesidad, una vez se han desarrollado.
No vale la excusa de no tener tiempo: bastan 20 minutos al día, el reto no es tan difícil de cumplir. Lo ideal sería caminar unos 2 kilómetros diarios y, en la medida que se vaya adquiriendo el hábito, ir aumentando poco a poco hasta los 5 ó 6 kms, lo que supondría prolongar el paseo unos 30 minutos más.
Para llevar una vida activa, lo único que necesitarás es ropa cómoda y un buen calzado que mantenga bien sujetos los pies. Una botellita de agua para mantenerte bien hidratado y seguir estos pequeños consejos:
- Si dispones de ellas, pasea por zonas peatonales.
- En ciudad o poblado, cruza siempre por pasos peatonales. Si no están regulados por semáforo, para. Haz contacto visual con coches y conductores para que éstos se den cuenta de tu intención de cruzar. Y cuando los coches se hayan detenido, cruza. En los semáforos, evidentemente espera a que el muñeco esté en verde y los coches, parados.
- En carretera, circula siempre por el lado izquierdo de la calzada de tal manera que al caminar siempre veas a los coches venir de frente. Camina siempre por el arcén y si vas en compañía, en fila india. Para cruzar, hazlo por el lugar más seguro y con mayor visibilidad. Curvas y cambios de rasante no son buenos lugares para cruzar.
- Y por la noche, recuerda que es obligatorio utilizar un chaleco reflectante u otra prenda que nos haga visible a una distancia de 150 metros.
Nota:
Artículo elaborado siguiendo la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud (SNS) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Esta Estrategia es una oportunidad de integrar y coordinar los esfuerzos de promoción de la salud entre todos los niveles, sectores y actores implicados. Por supuesto, también en el campo de la Seguridad y Educación Vial. Más información, pinchando aquí.