El Pleno del Consejo Superior de Tráfico, Seguridad Vial y Movilidad Sostenible se ha reunido, por fin, para dar a conocer las novedades propuestas por la Dirección General de Tráfico a incluir en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020. Éstas deben servir de base y pilar para la nueva Estrategia 2021-2030 y una nueva reforma de la Ley de Seguridad Vial.
Durante la rueda de prensa de presentación del balance de siniestralidad de 2016 que se celebró en enero, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ya anunció la intención de revisar la Estrategia de Seguridad, que incluiría una reforma de la Ley de Seguridad Vial y del Reglamento de Circulación, y que esta reforma se llevaría a cabo dentro de la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso y en el Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial. La idea original era que en cualquier cambio normativo participen todos los agentes presentes en la movilidad –automóvil, motociclistas, ciclistas, peatones y asociaciones de víctimas, entre otros–, además de otros ministerios, las administraciones autonómicas y la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), que forman parte todos ellos del Consejo Superior.
La celebración de este Pleno había creado mucha expectación porque, siendo el Consejo Superior el único órgano consultivo en el que participan todos los agentes políticos y sociales, llevaba sin reunirse desde el año 2014. En la reunión, que ha presidido el propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se han presentado las novedades que la DGT propone incluir en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 para adaptarla a las transformaciones que se están produciendo en materia de movilidad y establecer de paso las bases de la que será la nueva Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030.
La propuesta presentada cuenta con 19 áreas temáticas que se desarrollarán en 39 objetivos estratégicos y en 154 acciones, 88 de ellas procedentes de la Estrategia original, 50 nuevas y 16 pendientes de valoración. (Ver recuadro)
La velocidad (tanto en vías urbanas como interurbanas), la reincidencia en alcohol y/o drogas, el permiso por puntos, la formación vial y la educación vial a lo largo de la vida, la conducción autónoma, la seguridad en los vehículos o la movilidad en la ciudad son algunos de los elementos a estudiar y a revisar. Y para obtener el mayor consenso posible, se constituirán 8 grupos de trabajo en el seno del Consejo Superior de Tráfico en los que participarán las instituciones y entidades más vinculadas con la materia encargada a cada grupo.
- Reincidentes y enfermedades limitativas de la conducción. Alcohol y drogas.
- Vehículos: conducción autónoma, seguridad de los vehículos y nueva movilidad motorizada.
- Nueva movilidad activa: Ciudad y restricciones medioambientales.
- Normas de circulación.
- Permiso por puntos: infracciones y cursos.
- Velocidad.
- Educación vial a lo largo de la vida.
- Formación de conductores.
Además, se mantendrán reuniones con otros interlocutores como la Fiscalía de Seguridad Vial, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el Servei Català de Trànsit de la Generalitat de Catalunya y la Dirección de Tráfico del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.
Mayor seguridad para los peatones.
Talleres de capacitación para conductores en el aspecto psicológico. Existen muchos psicópatas al volante de un vehículo