Con más de 810 rutas que dan servicio a más de un millón de habitantes de 3.557 localidades, Castilla y León lidera el “transporte público a la demanda” en nuestro país. Galicia, en pleno proceso de reordenación de sus redes de transporte público, se interesa ahora por el modelo implantado por la comunidad castellano leonesa, un sistema pionero en Europa de la empresa de soluciones tecnológicas GMV.
Vayamos por partes. Primero, ¿qué es “transporte a la demanda”? Pues como mismo nombre indica, se trata de una modalidad de transporte a la carta, es decir, en la que los clientes llaman a un número de teléfono gratuito para reservar una plaza de autobús y estos últimos paran solo en aquellos puntos donde exista un servicio demandado. El sistema consta de una plataforma tecnológica en tiempo real que incluye múltiples tecnologías, herramientas web y para móviles, que permiten la conexión constante entre autobuses y usuarios, pudiéndose programar con antelación las rutas y con el valor añadido de poder ir registrando los usos y demandas de movilidad de los viajeros.
Se trata de un transporte fundamentalmente rural, no abarca a las rutas de transporte urbano o metropolitano y utiliza las plazas libres en los vehículos con los que se prestan los servicios de transporte público regular, fundamentalmente las rutas de transporte escolar, que son de titularidad autonómica. Transformando las rutas escolares en transporte regular de uso general, lo que se conoce como transporte regular compartido, se da servicio a vecinos de pequeñas localidades que no disponen de transporte a la localidad donde se ubican los centros escolares, por lo general, la cabecera de comarca donde también están centros de salud, bancos y otros servicios administrativos, comercios, servicios de ocio e, incluso, puestos de trabajo.
En España, Castilla y León lidera el transporte público a la demanda. Desde que se puso en marcha en 2004, suma ya unos 3 millones de viajeros y da servicio a más de 105 zonas de la comunidad en 810 rutas que alcanzan las 3.557 localidades, lo que supone la integración de un 20% de las rutas escolares a servicio de transporte a la demanda. Toda la gestión telemática del servicio corre a cargo de GMV Sistemas Inteligentes de Transporte, con sede en Valladolid, empresa internacional que también gestiona esta modalidad de transporte público en el medio rural en Portugal y Polonia, por la que ahora se han interesado países como Hungría y Chile y, en nuestro propio país, otras comunidades autónomas, la última Galicia.
Uno de los objetivos de la Xunta para esta legislatura es el reordenamiento del transporte público en Galicia, con la incorporación de servicios bajo demanda que den cobertura en el mundo rural. El objetivo, muy ambicioso, es llegar a todos los ciudadanos gallegos, vivan donde vivan, y para ello se ha planteado el reto de ir sumando progresivamente a sus 143 rutas de transporte regular, las 3.900 rutas de transporte escolar. La primera fase se implantará en agosto de 2017 con el objetivo de irla ampliando hasta finales de 2019.
Es un paso. Dada la dispersión poblacional y el número creciente de pequeños pueblos sin población escolar y, por contra, cada vez más mayores, está claro que este servicio de transporte a la demanda no llegará a todos los municipios. Pero se puede seguir avanzando en este modelo con servicios, por ejemplo de taxi, que conecten las zonas rurales más aisladas y de escasa demanda de pasajeros con los autobuses de uso compartido. El tiempo dirá cómo van evolucionando estas nuevas modalidades de transporte, pero lo que es evidente es que es una forma de reavivar el mundo rural y no “aparcar” a nuestros abuelos del pueblo.