Verano. Debemos tener en cuenta que éste es el periodo en el que las tormentas son más fuertes y más riesgo existe de que se propicien trombas de agua de hasta 100 litros por metro cuadrado en escasos minutos de tiempo. Éstos fenómenos meteorológicos pueden ocasionar desastres e, incluso, alguna tragedia, por lo que lo aconsejable es olvidarse del coche cuando veamos que se aproxima la tormenta. Si no queda más remedio que salir, conviene:
- Mantenerse informado por las emisoras locales de las condiciones del tiempo.
- Comprobar y poner a prueba los frenos, éstos no funcionan igual con las ruedas empapadas.
- Ser consciente del estado en el que tenemos los neumáticos. Unas ruedas en malas condiciones de presión y dibujo multiplicarán los riesgos en caso de tormenta.
Cómo conducir bajo la tormenta si no pilla de improviso
- Modere la velocidad para dar tiempo a que el dibujo del neumático canalice el agua.
- Aumente la distancia con el coche precedente. Frenar durante una tormenta le llevará aproximadamente el triple de tiempo que frenar en condiciones normales.
- Evite frenar. Siempre que sea posible, ralentice, levantando el pie del acelerador. Encienda las luces delanteras. No solo le ayudarán a ver la carretera, sino que son importantes para que otros conductores le vean. Si su coche cuenta con faros antiniebla traseros, enciéndalos, de manera que los vehículos que vayan detrás puedan verle mejor.
- Detenga totalmente el vehículo, en el arcén, con las luces intermitentes encendidas si la virulencia de la tormenta amenaza la seguridad. El exceso de lluvia puede sobrecargar las escobillas y hacer que se mantenga un flujo continuo de agua sobre el parabrisas. Cuando se produzca esta limitación de visibilidad y no se pueda ver el borde de la carretera ni otros vehículos a una distancia segura, habrá llegado el momento de parar.
- Es mejor parar en áreas de servicios y zonas protegidas, pero si el arcén es la única opción observe que por la zona en la que estaciona el vehículo no pueda discurrir gran cantidad de agua o quedar embalsada (cunetas, torrenteras, etc.). Mantenga las luces encendidas y encienda las de emergencia para avisar a los demás conductores.
- No abandone el vehículo. Permanezca en su interior mientras dura la tormenta y con la ventanillas cerradas.
Y ante una tromba repentina de agua o riada
- Las trombas de agua son imprevisibles, rápidas y, sobre todo, muy peligrosas.
- No dude en detenerse en el primer bar, hostal, casa o cualquier construcción firme próximo a la carretera hasta que disminuya la intensidad de la lluvia.
- Nunca cruce con su vehículo vados que salvan barrancos u otros tramos de carretera si están inundados. La fuerza del agua puede arrastrarle.
- Localice visualmente puntos altos a los que dirigirse en caso de que las crecidas de agua así lo aconsejaran.
- Circule con preferencia por rutas principales y autopistas, moderando la velocidad.
- Si tiene problemas de visibilidad a causa de la lluvia, deténgase en el arcén señalizando su situación.
- Abandone el vehículo y diríjase a zonas altas cuando:
- Su vehículo quede inmovilizado por el agua
- Observe que el nivel del agua sube demasiado en la calzada
- Observe que el agua llega al eje de su vehículo
- Encuentre dificultades para abrir la puerta del vehículo.
- Lo importante en estos casos es salvar la vida, no el coche.
¿SABÍAS QUÉ…
Ante una riada de una profundidad de 30-45 centímetros, el coche puede empezar a descontrolarse? Si la profundidad llega a los 60 centímetros, el vehículo, sea grande o pequeño, comenzará a ser arrastrado.