La Dirección General de Tráfico ha publicado por fin la instrucción que establece las condiciones y protocolos de circulación por carreteras de vehículos euro modulares (EMS), más conocidos como megacamiones. Este era el pistoletazo de salida que cargadores y transportistas estaban esperando para empezar a circular cubriendo los grandes ejes de mercancías: las rutas que van y parten desde Madrid, Valencia, Barcelona, Murcia y Sevilla.
Un profano del tema se preguntaría: “¿pero no habían dado ya permiso para que circularan estos bichos?”. La respuesta correcta sería: “sí, pero no”. Desde que el pasado mes de septiembre, el Comité Nacional del Transporte Terrestre por Carretera (CNTC) diera el visto bueno a la circulación de los megacamiones, cargadores y transportistas estaban esperando la instrucción de la DGT que estableciese los requisitos técnicos, condiciones y normas de circulación para estos vehículos. La respuesta de la Administración, a través de su organismo competente, la Dirección General de Tráfico, llegó a modo de “Borrador” el pasado 18 de diciembre, junto con la modificación correspondiente del Reglamento General de Vehículos. Justo 2 días antes de las elecciones del 20 de diciembre, cuando el Gobierno ya estaba en funciones, lo que el sector transportista calificó de “chapuza”.
El “Borrador”, de hecho, no incluía todos los requisitos técnicos imprescindibles sobre el vehículo, los conductores, los tipos de vía y los permisos de circulación, amparándose la DGT en que para definirlos había que hacer estudios técnicos de evaluación, es decir, pruebas experimentales previas con megacamiones en itinerarios concretos. Todo ello, mientras las principales empresas de transporte empezaban a comprar, homologar y matricular sus primeros megacamiones y en España seguíamos sin Gobierno. Con un Gobierno en funciones y sin instrucción de la DGT no había autorización posible para la circulación de estos vehículos, por más que el PP se hubiera posicionado ya a favor de los mismos con la modificación del Reglamento General de Vehículos.
Por si todo esto fuera poco, el espectro político del nuevo Parlamento salido de las urnas vino a complicar un poco más el asunto. Y así, mientras Tráfico empezaba a realizar las primeras pruebas de megacamiones en circulación real, Podemos registraba en el Congreso de los Diputados una Proposición No de Ley, en la que instaba al Gobierno a derogar la modificación del Reglamento General de Vehículos aprobada en diciembre, al entender que estos camiones “supondrán un grave peligro para la seguridad vial y un daño al medio ambiente”.
La lectura es clara: PP y C’s dicen “Sí” a los megacamiones; PSOE, hasta ahora, también dice “Sí”; pero Podemos, “No”. Esto podría haberse traducido en que la autorización definitiva para la circulación de estos camiones pendería de un hilo, dependiendo de si se produce o no un hipotético acuerdo de Gobierno y en función del signo político de este último. Pues tampoco.
Dadas por concluidas las pruebas en tráfico real, la DGT acaba de publicar apresuradamente la Instrucción definitiva que establece los requisitos de circulación de megacamiones y que desarrolla la Orden Ministerial del pasado 18 de diciembre por la que se modificó el Reglamento General de Vehículos. Los operadores que ya han adquirido vehículos de este tipo están hoy de enhorabuena. Pero ya sabemos cómo son las cosas en España. Seguro que habrá más capítulos para continuar esta historia.