El sistema de frenado de emergencia autónomo advierte al conductor sobre una colisión inminente y le ayuda a utilizar la máxima capacidad de frenado para evitar el choque. El sistema también frenará el vehículo, independientemente de la actuación del conductor, si éste no ha advertido el riesgo.
Se estima que el AEB puede reducir la siniestralidad vial en hasta un 27%, además de contribuir a reducir significativamente la gravedad de las lesiones por alcance.
A la hora de adquirir un vehículo, los consumidores cada día se interesan más por los sistemas de seguridad activa y pasiva que incorporan los coches para evitar un accidente de tráfico o reducir sus consecuencias. Pero la denominación de los equipamientos es tan compleja y variada, que empieza a parecerse a la tabla periódica. A los 20 sistemas de seguridad que ya se instalan de serie –cinturón de seguridad, airbag, ABS, ISOFIX, ESP, etc.–, en 2015 se pretende incorporar de forma obligatoria el AEB o sistema de frenado de emergencia autónomo. ¿Lo conoces?
¿Qué es el AEB?
El AEB (Autonomous Emergency Braking) es un sistema inteligente de seguridad que ayuda a frenar al conductor para evitar colisiones. Mediante tecnología de radar, detecta los posibles obstáculos que tengamos delante –otros vehículos, personas o cualquier otro tipo de peligro– y activa automáticamente los frenos para detener el vehículo sin la necesidad de intervención del conductor.
Simplificando la definición, el AEB funciona, más o menos, así: el radar detecta el obstáculo o vehículo que va delante de nosotros, determina la velocidad y la dirección que llevamos con respecto al obstáculo y, si en sus cálculos establece que hay riesgo de colisión, reduce por sí mismo la velocidad del coche. Solo en el caso de que el conductor intervenga, el AEB se desactiva.
Finalmente, el AEB no debe confundirse con el sistema BAS, de asistencia a la frenada de emergencia. Éste último se limita a detectar cuándo estamos haciendo una frenada brusca o de emergencia y su función es ejercer la mayor potencia de frenado posible.
Tres clasificaciones de AEB
Volvo y Mercedes Benz, marcas tradicionalmente líderes en seguridad del automóvil, fueron una vez más pioneras en la implementación del AEB. Pero la eficacia de este sistema de seguridad se demostró tan importante, que los fabricantes empezaron a introducirlo en el parque automovilístico a gran velocidad. Cada marca que dispone de AEB lo comercializa bajo su propia denominación –un error a nuestro entender, pues conduce únicamente solo a confusión entre los consumidores–: Pre Sense Front (Audi), Front Assist (Volkswagen), Active City Stop (Ford), pack Safety (Volvo), Drive Assist (Toyota), etc.
Convencidos de la utilidad del AEB a la hora de reducir la siniestralidad vial, en junio de 2012, EuroNACP –organismo europeo que evalúa la seguridad de los automóviles– comenzó a realizar las primeras encuestas y pruebas de evaluación para comparar el rendimiento de los distintos AEB existentes en el mercado con el objetivo de que estas evaluaciones se incluyesen en sus puntuaciones a partir de 2014. Esto significa que, en la actualidad, ningún modelo de coche puede alcanzar las 5 estrellas de seguridad EuroNACP si no dispone de AEB.
Para realizar todas esta pruebas y ensayos, EuroNCAP decidió agrupar los distintos sistemas AEB de las marcas en tres categorías especiales, pudiendo cada sistema englobarse en una de las categorías o satisfacer los requisitos de las tres. Las categorías son éstas:
City system: AEB para ciudad destinado a evitar impactos a bajas velocidades –hasta 30 km/h–. El sistema para baja velocidad usa sensores que monitorean la parte de la calle que está delante del coche –de 6 a 8 metros por delante–. La tecnología usada más común es el LIDAR (detector/medidor de distancia por láser), montado habitualmente en la parte superior del parabrisas. Si el sensor detecta un objeto que represente un riesgo frente al vehículo, precarga los frenos de modo que el vehículo frene de forma eficiente si el conductor reacciona. Si el conductor no responde, el vehículo frena por sí solo.
Inter-urban system: AEB que funcionan a velocidades de 50 a 80 km/h, además de poder mitigar impactos en zonas urbanas a velocidades menores. El sistema utiliza radares de largo alcance para “mirar” hasta 200 m delante del vehículo. Los datos del radar se analizan para determinar si el vehículo puede potencialmente chocar o no con los obstáculos que detecta. En caso afirmativo, el AEB proporciona una señal de advertencia al conductor para alertarlo acerca del peligro. Si el conductor no responde, el AEB proporciona una segunda advertencia –por ejemplo, una sacudida del freno– y los frenos se precargan para lograr el máximo frenado. Si el conductor continúa sin reaccionar, el AEB frena por sí solo.
Pedestrian system: El AEB que detecta peatones y otros usuarios de la carretera, como ciclistas, mediante una cámara orientada hacia delante. A continuación, calcula el movimiento del peatón o ciclista en relación con la trayectoria del vehículo para determinar si corren o no peligro de ser atropellados. En caso afirmativo, el AEB detiene el vehículo. Como predecir el comportamiento de las personas es muy difícil, los algoritmos utilizados en los sistemas de detección de peatones son muy sofisticados. En este caso el AEB combina siempre cámara con radar, lo que se denomina fusión de sensores. Algunos sistemas incorporan también infrarrojos para los entornos con escasa visibilidad.
Pincha aquí si quieres saber los modelos de coches que disponen de AEB, dependiendo del fabricante el fabricante. El código de colores que establece la tabla es el siguiente: verde = AEB de serie; amarillo = AEB como equipamiento extra; rojo = no dispone de AEB).
Resultados de los ensayos del AEB
Desde 2013, Euro NACP está realizando ensayos –pruebas de choque– para evaluar los sistemas de frenado de emergencia autónomo. Las pruebas se realizan con la ayuda de un robot que reacciona ante el peligro de colisión de la misma manera que lo haría un conductor.
La prueba AEB evalúa a los coches en dos escenarios (ciudad y ámbito interurbano), otorgando a cada modelo una calificación entre 0 y 3 puntos, que corresponden a la leyenda: Aceptable, Correcta y Buena. Se ofrecen resultados de cada modelo dependiendo de si el riesgo es por aproximación a otro vehículo parado, por aproximación a otro vehículo a baja velocidad y dependiendo de la poca o mucha distancia que existe entre los dos coches.
Pinchando aquí podrás comprobar el resultado de los ensayos, modelo por modelo.